jueves, octubre 05, 2006

A vueltas con la información

Es complicado ponerse de acuerdo sobre una definición de lo que es la información, aunque utilizando una aproximación tecnológica podemos identificarla con un concepto que encapsula (o representa) el estado de un sistema. Desde un punto de vista práctico, hay que decir que no nos interesa la información en sí, sino la manera en que podamos compartirla.

Los humanos nos transmitimos conocimientos o sensaciones de muchas maneras: podemos, por ejemplo, hacerlo a través de nuestro lenguaje corporal. Una mirada, una seña, una sonrisa... no responden a una formalidad informativa, sino a un conocimiento conceptual que compartimos, a un protocolo no escrito. Están basadas, por tanto, en habilidades de tipo cultural. Incluso podemos decir una cosa y que nuestro interlocutor entienda que en realidad pensamos lo contrario (intente ser sarcástico con su ordenador, a ver cómo le va...)

Sin embargo, otras muchas veces, escribimos ideas o pensamientos, siguiendo un esquema fonético, con lo cual estamos realizando una conversión de información a lo que llamaremos datos. Parece complicado digitalizar nuestro pensamiento como tal y enviárselo a otra persona electrónicamente, pero sí que es posible escribir ese pensamiento y digitalizar ese texto. Posiblemente gracias a esta facilidad para representar conceptos de una manera formal ha podido desarrollarse la humanidad. En el fondo, y aplicando una visión abstracta, representar la información de una manera convencional ha permitido un enriquecedor intercambio al posibilitar la transmisión de conocimiento.

Nótese que utilizamos dos términos diferentes para expresar realidades diferentes: una cosa es la información (el conocimiento en sí) y otra su representación: los datos. Para entender esto, podemos hacer una prueba: yo tengo veinte discos sobre la mesa, y es algo que sé: es la información. Ahora bien, puedo representarlo como datos, escribiendo “20”, “XX”, “10100”, o lo que desee. Insisto: información no son datos.

De esta sutil diferencia parte el abismo que nos separa de las máquinas. No se puede decir que los ordenadores sean estúpidos porque sería como decir que una batidora es antipática. Quienes menosprecien a los ordenadores por no ser inteligentes deberían intentar resolver en un segundo una operación como 129238237429 x 128223472... y entonces habría que replantearse quién es el inútil aquí.

Parece claro entonces que nos movemos en dominios distintos: los humanos podemos procesar la información como un conjunto, y los ordenadores sólo podrán manejarla si les es descompuesta en datos digitalizables. Simplificando a lo bestia, hay dos planos: humanos e información, ordenadores y datos. Para que estos dos planos puedan comunicarse es preciso establecer mecanismos capaces de convertir información en datos y viceversa. Los tenemos.

Escribo esto para poner de relieve el hecho de que los ordenadores necesitan hacer un tratamiento ordenado y sistemático de la información que les llega, para lo cual no vale todo: son necesarios unos formalismos que sirvan para ordenar los datos. Y de esos formalismos nos ocuparemos próximamente.

7 Comentarios:

A las 12:49 a. m., Blogger Misslucifer escribió... (¡Gracias, Blogger Misslucifer!)

Jejeje, que imagen más tremendamente buena :-P

 
A las 10:14 a. m., Blogger Ñita escribió... (¡Gracias, Blogger Ñita!)

entonces, ¿el ordenador no disfruta cuando te borra 3 horas de trabajo? :P Lástima....

He vuelto!!!

 
A las 7:30 p. m., Anonymous Anónimo escribió... (¡Gracias, Anonymous Anónimo!)

yo diria que el ordenador por si solo es incapaz de borrar nada, el dia que si sea capaz de tomar la decisión de hacer la bromita entonces puede que si que disfrute ;)

 
A las 7:44 p. m., Blogger Watttana escribió... (¡Gracias, Blogger Watttana!)

El ordenador no disfruta borrandote datos, pero Bill Gates desde su casa se forra con el miedo que te da que se te borren los datos... entonces... el que disfruta de verdad, es Quindous.

Creo que el post nos lleva otra vez al huevo frito (no me quejo, el tema me apasiona). Problemas computables vs problemas no computables.

 
A las 8:36 p. m., Anonymous Anónimo escribió... (¡Gracias, Anonymous Anónimo!)

Buenisima entrada. Leyendo esto me acorde del test para saber si algo es inteligente o no. Si un humano no supera esa prueba, no es inteligente? Y si eso pasa, pasa a ser un animal? Y si un animal pasase la prueba, la persona anterior pasaria a ser una planta? Y si la planta pasara... Asi hasta una piedra. Una piedra que teclea, jijijiajajajajwhawhawhawhawha!!!

 
A las 9:46 p. m., Blogger Arioch escribió... (¡Gracias, Blogger Arioch!)

Bueno, ya estaba empezando a pensar cosas raras; pero si decís que no pueden, me lo creo. Y yo que estaba planteándome ya lo de cambiar este HAL 9000...

 
A las 9:21 a. m., Anonymous Anónimo escribió... (¡Gracias, Anonymous Anónimo!)

Hola a todos :-) Me han encantado vuestros comentarios. Puedo afirmar que se os va la olla bastante a todos :-P y eso me gusta xD

En efecto, como bien ha dicho Wattana, detrás de todo esto está el famoso huevo frito haciendo de las suyas...

Respecto a lo que dice Flup, yo siempre he dicho que muchos humanos no superarían el test de Turing... el resto de su disertación me encanta y me inquieta a partes iguales :-P

Fantásticos todos, gracias por esto :-)

 

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